22 de noviembre de 2011

Hay cosas más importantes

Editorial - Por Yerko Obilinovic

Este año ha estado marcado por las movilizaciones sociales, un despertar ciudadano que no se veía hace mucho tiempo. Por este motivo, la labor de los políticos de satisfacer las demandas de la sociedad está a la orden del día. Es así como la mayoría de nuestros representantes se olvidan del porqué fueron elegidos y pierden valioso tiempo poniendo énfasis sobre lo irrelevante, como por ejemplo: los 50 millones de pesos que costaría regalar Ipad 2 a los parlamentarios.

El pasado jueves 20 de octubre miembros de distintas organizaciones sociales, destacándose entre ellas: secundarios, ambientalistas y apoderados, se tomaron el ex Congreso Nacional. Dicha acción dejó en jaque el actuar de Guido Girardi, presidente del Senado, pues es él a quien compete resguardar la “dignidad” del parlamento y, pese a las numerosas llamadas desde La Moneda, decidió no dar pie a un desalojo por parte de las Fuerzas Especiales de Carabineros.
 
   Si bien no hubo daños ni agresiones, la censura que intenta imponer el oficialismo solo agudiza el conflicto entre bancadas y demuestra que no hay voluntad para solucionar los problemas de fondo. Mientras la derecha se deshace en criticar la falta de entereza del presidente del Senado, la concertación utiliza todas sus fuerzas en defender lo contrario y, entre tanta pelea de cuatro paredes, la ciudadanía observa sin entender todavía cómo se arreglará el conflicto estudiantil que ya lleva más de 6 meses.
 
  Las encuestas reflejan el resultado de esta contienda: la clase política no representa al pueblo; ni siquiera a sus votantes. Hoy se necesitan prioridades, si nuestros representantes se escucharan entre ellos y asumieran de forma crítica el llamado de atención que arrojan los sondeos de opinión, a estas alturas no habría lugar para escándalos partidarios en la extenuante agenda de trabajo que debiese estar programada en cada una de sus agendas. Eso solo si establecemos como prioridad dar solución al conflicto estudiantil.
 
   Manifestamos nuestro rechazo contra cualquier acto de violencia. Ahora bien, aquellos deben evaluarse en justa proporción al contexto social. Ante todo, hacemos un llamado a las autoridades a hacerse cargo de sus propios cargos, la ciudadanía ya no quiere observar cómo se pelean entre ustedes. Las “situaciones insignificantes” pueden transformarse y llegar a ser agotadoras para las personas. Lo único que logran con estos conflictos es bajar más en las encuestas, perder su representatividad y hacernos olvidar el sentido de la democracia.

Cuando no te escuchan

Editorial - Por Diego Valdés

      En el marco de las manifestaciones estudiantiles, que se han iniciado a partir de junio del presente año, los alumnos, tanto secundarios como universitarios, han logrado obtener un masivo apoyo de la ciudadanía respecto a sus justas demandas. Datos que podemos encontrar en las diferentes encuestas que se han realizado en el país, entre ellas: la CEP. Estos seis meses de paros y movilizaciones han transformado el debate sobre la educación en un tema recurrente en los distintos medios de comunicación.

   Mientras el pasado 20 de octubre se realizaba un debate sobre las propuestas educacionales incorporadas en la Ley de Presupuesto, un grupo de veinte personas ingresan a la sede del ex Congreso Nacional. Produciéndose con este accionar una toma del edificio. Es aquí en donde el manejo político se puso una vez más a prueba. La actitud de Guido Girardi, presidente del Senado, frente a lo ocurrido dejó atónitos al oficialismo al tomar la opción de no desalojar la sala del ex Congreso con las Fuerzas Especiales de Carabineros. La acción tomada por Girardi produjo críticas del oficialismo hacia su persona y llevó a dudar de la verdadera labor que tiene él que es de velar por el orden del edificio y de las personas a su interior.

      La acción que efectuó el presidente del Senado llevó a que el oficialismo pidiera la censura de este. Girardi, por su parte puso su cargo a disposición.


     Es por estas acciones que la ciudadanía reprueba la labor de los políticos actuales, ya que la gente piensa que no hacen nada por las personas que los eligieron y las autoridades se preocupan solo por temas de menor importancia comparada con el tema de la educación.


   Es necesario dejar en claro nuestro repudio a cualquier acto de violencia. Asimismo, repudiamos el actuar de los actuales encargados de velar por el bien común de la ciudadanía, ya que como se puede ver no lo están haciendo. Esto hace que la misma gente que votó por ustedes más adelante le quiten su apoyo y no puedan estar a la misma altura de como estaban en un principio. Si siguen cometiendo estos errores, más adelante puede llevar a que el poder que tanto se sacrificaron en tener lo pierdan en un abrir y cerrar de ojos.

Las formas y los fondos

Columna de opinión - Por Melu Weissonh

    Ingresar al Congreso a interrumpir una sesión en la que se discute una ley de presupuesto, parece no ser la mejor forma de poner ciertos temas sobre la mesa de ese salón. Sin embargo, debemos considerar que existe un contexto de movilizaciones, constantes paros, tomas y exposiciones de descontento que ya cumple seis meses sin divisar avances en las materias requeridas por la ciudadanía manifestante.
  
  Es comprensible el descontento por la ocupación del pasado 20 de octubre entre los parlamentarios contrarios a las peticiones contingentes en materias de educación y medioambiente, como también lo es el que el presidente de dicha cámara, Guido Girardi, optara por descartar un desalojo violento mediante la acción policial y se inclinara por la vía pacífica del dialogo.

   El voto de censura con que la derecha pretende arrebatar el cargo a Girardi se torna polémico cuando analizamos que la metodología con la que abordó el conflicto representa a un gran porcentaje de la población. El conflicto en sí es una analogía de lo que actualmente sucede en nuestro país: Los chilenos se manifiestan; los políticos, en lugar de escuchar y buscar una solución, con consignas del tipo "no nos va a doblar la mano una manga de inútiles subversivos" nos censuran porque entorpecemos, con nuestras urgencias, sus planes para Chile (planes en los cuales no parecen estar incluidos los intereses de los chilenos) ; y para rematar, está el ministerio del interior, que envía a sus tortugas ninjas a cazar, con la piedad y delicadeza característica de los últimos meses, a todo ser vivo que intente hacer valer sus derechos.

   Ya es hora de comenzar a replantear los objetivos de la política en Chile, y de comprender que, tal como dijo Gandhi, “lo que se obtiene con violencia, sólo puede mantenerse con violencia”.

Trabajemos en lo que nos compete

Columna de opinión - Por Maximiliano Zabalo

Todo comenzó cuando el pasado 20 de Octubre del presente año, un grupo de alrededor cincuenta estudiantes se tomaron una sala del ex congreso para hacer muestra de su molestia por la utópica educación gratuita que se debate hoy en nuestro país. Parece contradictorio avalar la iniciativa de estos jóvenes pertenecientes a Acción Ecológica, la Corporación de Padres de Familia (CORPADE) y la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (CONES), decidieran hacerse cargo de la vasta esperanza por alcanzar una educación sin fines de lucro ocupando las dependencias del Poder Legislativo cuando se trataba exactamente en ese momento el tema del presupuesto, donde participaban parlamentarios, autoridades y el ministro de educación, Felipe Bulnes.

Parece tragicómico que este hecho ocurrido haya entorpecido la iniciativa y el avance en pro de tema educacional, pero como es la tónica de costumbre en éste ámbito, el hecho no se presentó de forma aislada por lo que salieron a la palestra los dichos del Presidente del Senado Guido Girardi, el cual levantó airadas polémicas señalando: “El Congreso le pertenece a la sociedad chilena y que lo que plantean los jóvenes es justo”. ¿Llegaremos así contentar la cara y el sello de la moneda?

Es así como nuestros políticos poseen la gran capacidad para debatirse en polémicas al margen de lo que verdaderamente es lo importante. La meta claramente predispuesta ha pasado a un segundo o tercer plano hace meses y muchos se percatan pero nadie alza la voz; discrepancias, “dimes y diretes” se han hecho costumbre en este proceso por lograr uno de los mayores avances a nivel país del último siglo.