22 de noviembre de 2011

“Todos deberíamos leer “El Principito” en cada una de las etapas de nuestras vidas”


Entrevista de personaje - Por Diego Valdés

Cynthia Matus, profesora de enseñanza básica, con 31 años de edad, es una fiel seguidora de las enseñanzas que deja el libro “El Principito”. Estas enseñanzas las pone en práctica día a día en su trabajo, en el colegio Santiago Quilicura. De lunes a viernes acude al aula donde comparte sus conocimientos con 35 niños.

Matus dice que “El Principito” es uno de los pocos libros que trae un mensaje dirigido hacia la moral de las personas. Además, nos confiesa que al leerlo por primera vez, no captó las enseñanzas que este ejemplar deja a sus lectores.

“Debería ser leído por todos, en casa una de las etapas de nuestras vidas”, nos enfatiza la profesora. Además, vuelve a su período en el cual por primera vez escuchó la historia de “El Principito” y hace una analogía entre las personas y las enseñanzas que nos entrega el libro.

¿En qué etapa de tu vida te hicieron leer “El Principito” y qué opinión te generó en ese momento?

“Creo que fue cuando iba en cuarto básico… Sí, en cuarto básico, en el colegio de la Santísima Providencia, que queda en Renca. Siendo apenas una niña, de nueve años, como en general cuando uno es pequeño no le llama mucho la atención nuestra amiga “la lectura”. Cuando lo leí, pensé que era un cuento como cualquier otro, ya que a esa edad generalmente, no se asimila la magnitud que puede tener un cuento tan maravilloso como este”.

¿Cuándo fue ese momento en que captas los mensajes del libro?

“Bueno, eso fue como en primero medio, cuando estaba en mi pieza sin nada que hacer y saqué un libro que tenía en la pequeña biblioteca, que se encontraba en mi pieza, y de inmediato comencé a leerlo. A medida que pasaba el tiempo el texto me llamaba más y más la atención. Y recuerdo que en la obra salen distintos tipos de personas que gobernaban un mundo determinado. El personaje que más me marcó y nunca olvidaré es el señor que era un tipo como contador de dinero y a quien no le importaba nada que no fuese dinero. Creo que en el mundo actual hay muchos se estos señores (risas). En ese momento empecé a captar más o menos sus mensajes. Si nosotros realizáramos lo que nos plantea el texto, seguro que esta sería una mejor sociedad y a la vez un mejor planeta”.

Nuestra entrevistada nos revela que su ex pololo se parece al Gobernador que es vanidoso. Nos confiesa que ella se demoraba menos que él en el baño cuando se arreglaba y eso a ella no le gustaba, ya que le gustan las personas que muestran su aspecto físico tal cual son y no le gustan los tipos de personas que aparentan ser otra cosa


¿Qué enseñanza rescatas del libro?


“La que nos habla… eso de que no tenemos que perder la capacidad de asombro y a la vez siempre tenemos que mirar las cosas lindas de la vida, así como un niño”


Colomba, su hija de 7 años de edad va en un colegio particular subvencionado que no es el mismo en donde ella hace clase, ya que eso sería incómodo, declara. Además, explica que a ella le gustaría que su hija fuese una niña con buenos valores y que, a la medida que crezca, tenga el sentimiento de la niñez siempre viva.


¿Cómo haces para entregar los mensajes del libro a tus alumnos?


“Siempre, algún día de la semana, generalmente los lunes, les hago una hora de una especia de charla explicando que debemos ser atentos, preocuparnos por todos en general. Les digo también, que el dinero no es la felicidad 100%, aunque en este planeta a veces lo es”.


En esta parte de la entrevista nos informa que su mayor sueño es que en el planeta algún día ya no existiera la violencia entre las personas, ya sea: guerras, discriminación, que existiera más tolerancia, etc., enfatizando que faltan muchos valores en nuestra sociedad.


En resumen, ¿qué nos dices del libro?


“Que es un libro que debería ser leído en cada una de las etapas de nuestras vidas. Con mensajes tan simples que uno debería poner en práctica. Por mí me quedo con esta frase que creo que la decía un perrito… ahh no… era un tipo de zorro: “lo esencial es invisible a los ojos”.

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